Desde chica supe que no pertenecía a una típica oficina, veía como los adultos sufrían al verse encerrados en un ambiente que odiaban, un trabajo que odiaban, una vida que odiaban. Junto con mi familia, he vivido muchas etapas, y no me da pena decir, que en efecto, empezamos desde lo más bajo. Sólo las personas más cercanas a mi conocen toda mi historia, pero el punto de este texto no es contarte toda mi vida, es contarte cómo cambió para bien y como puede cambiar la tuya, si te lo propones.
Por situaciones de la vida, de alguna manera me he encontrado con personas que han dicho, no puedo, no puedo, no puedo y por ende tu tampoco puedes. Esas personas deciden complicarse la vida, pero el chiste es NO COMPLICARSE. Las cosas son mucho más fáciles de lo que parecen, no dejes que una mentalidad así afecte tu vida por completo. Yo dejé que afectara mi autoestima, mi presencia como persona por muchos años, me escondía, sufría de ansias, realmente no podía entablar una simple conversación con muchas personas, ya que tenía esas ganas de salir corriendo y esconderme del mundo, porque me daba pena, no se que me daba pena pero sentía que no podía comunicarme con alguien más, realmente me sentía hasta un punto desconectada de todo y todos. Esto complicandose claro, cuando llega la adolescencia cuando sientes ¡TODO! Y ¡MUCHO! y más yo siendo una persona tan empática, los problemas de todos eran los míos, lo cual sumando mis propios problemas; ya te puedes imaginar el desastre emocional que tenía por dentro. Esto es algo que muy pocos conocen, o nadie. Realmente era un proceso interno que ha durado toda mi vida hasta hace poco.
Y en ese entonces, sólo seguía complicandose, ya que al yo estar bloqueada del mundo y tratando de sobrevivir a mi propia pena, el mundo pensaba que yo era una “mamona” “mal pedo”, etc. Muuuuchos adjetivos calificativos negativos que tristemente los adolescentes en su momento dicen sin pensar y no ven cuánto puede afectar a una persona dependiendo de su situación mental. Algunos son mis -amigos- hoy en día, y si fuiste una/o de ellos no siento rencor hacia ti, sé que hablaste mal de mí en algún punto de nuestra -amistad- (la verdad sale a flote tarde o temprano) sólo porque no tuve la capacidad de tenderte mi mano una sola vez, de las miles que si lo hice. Pero este texto tampoco se trata de señalar personas ni nada, en este punto de mi vida, agradezco a cada ser que ha aparecido en mi camino, porque han aparecido con un propósito y una lección que brindarme.
Pasaban los años y yo era una persona muy triste por dentro pero siempre tratando de “llevarla bien”, sin embargo sentía una energía dentro de mí que estaba muy escondida. Esa energía es ahora la que me rodea gracias a que abrí los ojos. Le llamo energía ya que no soy una persona religiosa, como muchos sabrán y con mucha certeza les digo que no creo en el Dios que muchos creen. Si se me inculcó desde muy pequeña creer en lo que muchos creen pero no me siento identificada, y les pido respeto tanto como yo les respeto a ustedes sus creencias. Creo en el movimiento de energías y que la vida fluye de una manera organizada/concreta y si aprendes a utilizar esa energía para hacer BIEN, tarde o temprano se te devolverá, y más si utilizas esa energía para hacer el bien DE CORAZÓN, no por conveniencia o beneficio alguno. Mucha gente tendrá -envidia- de esa buena energía que te rodea, pero no te dejes contagiar de esa mala energía, sigue haciendo las cosas de corazón y todo seguirá bien.
Esta es una de las muchas cosas que aprendí tan pronto empecé la universidad y que poco a poco la vida me ha estado señalando y reforzando constantemente. Creo que siempre he tenido alma de vieja pero con corazón de niña y gracias a las experiencias que he vivido, siento que he aprendido a ver las “señales” que los demás pasan desapercibido.
Mi etapa en la universidad y el ya unirme al ámbito laboral ha sido una experiencia única e inigualable, he aprendido tanto con tan sólo salir de casa por primera vez y vivir sola, claro, académicamente he aprendido montonazo pero nada comparado con lo que he aprendido sobre mi misma y sobre la vida. Definitivamente me siento renovada, soy una persona completamente diferente a la que había sido durante toda mi vida y nunca me había sentido mejor.
El año 2014 fue un año muy peculiar en sí, realmente el cambio comenzó a finales de 2013 cuando mi ritmo de vida dio una vuelta 180º y empecé a tomar cartas sobre el asunto. Toda mi vida me había sentido un tanto miserable y dije, HASTA AQUÍ. No necesito sufrir mi vida entera para poder ser feliz, me estoy complicando demasiado. Quiero y puedo ser feliz. En este caso, no fue un momento, un objeto o un recuerdo, fue una decisión. Decidí ser feliz porque me lo merezco. No soy un “pan de Dios” pero bien que he tratado de vivir mi vida sin hacerle daño a los demás, es hora de empezar a quererme a mi misma, creer en mí y para lo que nací, y empezar a construir la vida que realmente quiero vivir. Porque nadie lo va a hacer por ti, el cambio comienza dentro de tí. Empecé a llenarme de energías positivas y aprendí a yo misma tratar de siempre transmitir esa buena energía, y lo vengo confirmando desde hace unos meses que las personas me dicen “Que positiva eres” “Me encanta que siempre encuentres el lado bueno de las cosas” Y cada vez que me dicen eso, siento que estoy en el camino correcto, y ahí es cuando me siento EXITOSA, porque poco a poco me voy convirtiendo en esa persona que siempre quise ser.
Por fortuna, al fin he encontrado una profesión que va afín con lo que quiero en esta vida, quiero ser feliz y darle felicidad a las personas, todo este tiempo pensé que era el diseño la respuesta, que en sí, me ha dado los cimientos de lo que sé, y es parte de lo que soy, pero nada me llena más que escuchar a mis clientes (ahora amigos) o amigos (ahora también clientes) decir que he inmortalizado sus momentos de felicidad, y que gracias a mis fotografías pueden revivir esa felicidad con tan sólo verlas.
Todo va bien, y si, he tenido que sacrificar muchas cosas para lograr ser la persona que quiero ser, pero no pierdo de vista la meta, que es ser feliz y darle felicidad a tantas personas como pueda antes que me vaya a mi siguiente vida (que espero sea dentro de mucho). Y en este 2014 he tenido la dicha de poder poner mi granito de arena para hacer felices a muchas personas, gracias a todos los que han confiado en mi trabajo y en mi persona, tanto como amiga, como fotógrafa, como conocida o como me tengas “categorizada”, lo importante es que haya podido darte un buen momento, sacarte una sonrisa ¡ALGO!
Y al hacer feliz a las demás personas, la vida me ha devuelto con creces y puedo decir que he tachado de mi To-Do list muchas cosas, pero aún quedan muchísimas por hacer y estoy muy feliz que he encontrado a mi compañero de vida, entonces ya podré hacer el resto de la lista acompañada
Al punto que quería llegar es, como siempre les digo, TODO ES POSIBLE SI LO CREES. Muchos se ríen cuando les digo esto, pero no es más que la purita verdad, cree en que puedes hacerlo, el mundo te dirá no puedes, pero no debes perder esas ganas de vivir, yo ahora me he convertido en una persona apasionada, que ama vivir, que encuentra momentos hermosos en las cosas más simples y me siento más lista que nunca para la aventura que viene el próximo año.
Todo es acerca de lo motivado que estés, que mantengas el enfoque y disciplina mil, da y recibirás. Sentado en un mueble, esperando que te pasen las cosas, no pasará nada, el cambio comienza DENTRO DE TÍ. ¿Quieres esa vida? Trabaja duro y constrúyela tú mismo, no hay nada más satisfactorio que lograr lo que siempre has querido.
De corazón, les deseo lo mejor!
Feliz 2015, bebé soles.
By: Paola Primera
#justsaying
M.S.
