No puedo desconcentrarme. Ya no puedo darme ese lujo.
Es momento de detener de golpe mis miedos y seguir adelante. Ya no tengo permitido poner como pretextos el saber que es eso que me detiene, eso ya es cosa del pasado.
¿Qué me preocupa? El quedarme sin dinero. Alto. No quiero decir que el dinero controle mi felicidad, porque no es así, pero cuando tengo dinero, sé que no dependo de nadie, puedo moverme a mi gusto, sin darles cuentas a nadie, ¿ por qué ? Porque son mis cosas. Solución? Ponerme a trabajar. Entrarle de nuevo duro a la venta de ropa o buscarme un trabajo, no hay más. Tengo la solución en la mesa, ahora sólo tengo que escoger cual de las dos quiero y ponerlo a la práctica a la de ya.
No puedo desconcentrarme, no puede mi mente ser tal débil como para dejarse caer de nuevo por algo económico. Simplemente no puedo volver a caer.
Me asusta ver como todos avanzan y yo? Sigo igual. Camino pero sólo doy pasos pequeños, necesito decidirme ya y dar pasos firmes y grandes. Todavía estoy a tiempo, ya no quiero arrepentirme de no hacer nada.
- Vamos Mónica tu puedes - escucho una y otra vez en mi cabeza.
Sé que puedo, sólo no puedo desconcentrarme.
-Entonces?
- Cállate Mónica, deja de darle vueltas al asunto y actúa. Esa es la solución. Si te desesperas te bloqueas y si te bloqueas pierdes, o no lo aprendiste el año pasado?
#justsaying
M.S.
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