Martes, una última cena...

Han pasado tantas cosas en un sólo día, muchas emociones por hoy. 

Ha sido un día largo, lleno de recuerdos, fotografías, cartas. Pasando las últimas horas a su lado antes de su partida. Sé que no es un adiós sino un hasta luego, pero no se cuando volveré a verlo, espero sea pronto. 

Cuando los cambios son buenos no tardo un adaptarme, cuando son malos es un poco más lento el proceso ya que no le encuentro lo bueno al cambio. Abrí un nuevo ciclo, sentí lo que es tener un hermano cerca, un cómplice de vida, y aunque nos volvamos a separar ahora sé que ya no será igual, estaremos más en contacto y lo mejor fue volver a conocerlo, ver en lo que se ha convertido. Su risa, su mirada, su humildad y su tranquilidad llenaron mi corazón de alegría. Me hacía sentir fuerte y feliz. 

No quiero pensar en mañana, no quiero decir que esto acaba mañana porque entre los dos tenemos que hacer que avancé nuestra relación de hermanos.

Tengo muchas cosas en la cabeza, pero ahorita todo esta revuelto. Sé que el cansancio mental no existe, pero ahorita así me siento. 

Hoy volví a escuchar el silencio, aquel silencio que me acompañaba día tras día.

¿Será que lo extraño?

#justsaying

M.S.

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